Reflejada en ti de Sylvia Day
Mientras descorchaba una botella de Merlot que había en el mostrador, le oí llamar a la tienda y hablar con esa voz firme y áspera que tenía y de la que me enamoré desde el primer momento que la oí. Pidió sopa de tomate y tallarines con pollo, lo que me hizo sentir una dolorosa tensión en el pecho. Sin que nadie se lo dijera, había pedido lo que yo quería. Era otra de las muchas serendipias que siempre me habían hecho sentir que estábamos destinados a terminar en el mismo sitio, juntos, si es que conseguíamos llegar ahí.
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