El silencio más noble de Susana López Pérez
Esa era la forma de Vizcaya, un triángulo formado por el hábitat rural, el desafiante mundo de la industria y la minería y el opaco espacio de los ricos y pooderosos. No se traba de un triángulo equilátero desde ningún punto de vista. Una selecta minoría pertenecía a la clase pudiente, mientras la población trabajadora crecía a pasos agigantados. Paradójicamente, las ventajas de los primeros parecían infinitas. El resto, la gran mayoría, vivía constreñida en sus derechos y oportunidades.
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