Don de la noche de Susana Benet
Todo es ausencia en esta gran rutina de la que has escapado sin despedirte. Nada me dice el pájaro en su trino, la brisa es mudo aliento, los árboles son seres fantasmales que callados observan a los desorientados, a todos los que buscan como yo una breve señal, un balbuceo que traspase el umbral de la inmensa armonía donde tú, renacido, sobrevives. |