La isla de los condenados de Stig Dagerman
Quiero decir que lo de ser inocente es o no haber nacido o estar muerto, y una vez que uno ha llegado tan lejos, y llegado el punto en que aceptas tal cosa, estoy dispuesto a reconocer que, naturalmente, existen muchas clases de culpa; una culpa que es más inocente que la mayoría y una culpa más cargada de culpa que las demás; una culpa que, literalmente, chorrea culpa y una culpa que solo la gotea.
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