Las hijas de la criada de Sonsoles Ónega
"Doña Inés se guarecía en la biblioteca del pazo para huir de las constantes discusiones con su hija. Cuando Clara veía luz, corría a encontrarse con ella como si entre las dos existiera un imán que las atraía y que ninguna podía explicar con palabras. La señora Valdés buscaba en la joven el cariño no correspondido de Catalina y quizá Clara sintiera en ella a la madre que le hubiera gustado tener."
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