El espía de Bruce de Sonia López Souto
—No es ese el modo en que debéis hablarme, McGregor. No… —Me temo que no podré contentarte, preciosa —la interrumpió—. He descubierto que me gusta más provocarte, que vencerte en combate. —Pero si no me habéis... —se detuvo en cuanto comprendió que aquella era otra más de sus pullas. Una nueva carcajada corroboró su pensamiento e hizo que las ganas de abofetearlo le cosquilleasen en las manos. (…) |