Como si yo no estuviera de Slavenka Drakulic
El tumor se encuentra ahora a su lado, convertido, como por encanto, en un niño. A S. le cuesta mucho aceptarlo. Nunca ha pensado en él como en un niño, sino como en una enfermedad, una carga de la que le hubiera gustado librarse, un parásito que quería apartar de su organismo. La horroriza la idea de que todo el tiempo, durante los nueve largos meses, eso ha crecido dentro de ella contra su voluntad. Que a pesar de ella se ha aferrado a las paredes de su útero hasta el final, que a pesar de todo ha nacido, ha sobrevivido. Igual que ella.
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