Solo una aventura de Simona Ahrnstedt
—Muchas veces me siento como una especie de extraterrestre —resumió. —Tienes que ser tú misma. Hay muchos hombres estúpidos, así que tiene que haber muchas mujeres estúpidas para ellos. —Eso suena poco solidario. —No puedes ser solidaria con la gente solo porque sean de tu mismo género. Y la estupidez no tiene que ver con el sexo, está en todas partes. —Pero ¿por qué crees que algunas mujeres tienen tanta facilidad para conocer a alguien? —preguntó. Eso era lo que de verdad quería saber. —Para ser sincera, creo que muchos simplemente se conforman —respondió Elsa, y después se levantó para coger la botella de jerez. |