Lord Pirata de Sabrina Jeffries
(...) Sí, se había fijado en la bonita figura de Sara y en su carita encantadora. Sólo había visto una pequeña muestra de su pelo, uno o dos mechones rebeldes que emergían por debajo de ese gorrito tan recatado, pero se fijó en que eran de un delicioso color rojo oscuro. Se sorprendió preguntándose a sí mismo qué aspecto tendría esa melena suelta, azotada por el viento, o incluso húmeda y cayendo en cascada sobre su grácil espalda. Su porte testarudo. Maldita fuera... No podía dedicarse a pensar en la joven en esos términos, ¿no? Pero si no era más que una alborotadora con una lengua viperina. No podía dejarse tentar por ella, por más guapa que fuera. Quería que su esposa cumpliera una serie de requisitos, y ella no cumplía ninguno. Deseaba una doncella de carácter dulce, que le aportara serenidad y bienestar durante las largas noches, no a una mujer de rancio abolengo y encima desafiante, que le amargase los días y las noches. |