Un día más con vida de Ryszard Kapuscinski
Esta guerra nos ha sido impuesta porque somos un país rico, poblado por cinco millones de habitantes pobres, analfabetos sumidos en el oscurantismo que no saben ni cómo manejar un cañón, ni siquiera sin retroceso, de 86 milímetros. Se creen que basta con veinte carros blindados para seguir siendo dueños de nuestro petróleo y nuestros diamantes, y para devolvernos en un santiamén al lugar que nos toca
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