No me toques el saxo de Rowyn Oliver
Cristina me quita el sueño, pero me encargo bien mucho de que no se note. La estrategia es clara: no hablar de ella con los miembros del grupo, a no ser que sea estrictamente necesario y por motivos de algún concierto, e intentar no mirarla demasiado, y de no poder evitarlo, al menos hacer lo imposible para que ella no se dé cuenta.
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