La educación física de Rosario Villajos
Para ella solo quedó clara una cosa: que la naturaleza era cruel y estaba llena de errores; y que, si había un dios creador, como le aseveraron en ese mismo colegio, no era más que un ser abominable, oscuro y morboso que disfrutaba del sufrimiento y, por supuesto, era chico, no chica.
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