Antes que anochezca de Reinaldo Arenas
[...] aquella persecución, aquél mundo terrible, somos personas que no podemos encontrar sosiego en ningún lugar; el sufrimiento nos marcó para siempre y sólo con las personas que han padecido lo mismo, tal vez podemos encontrar cierta comunicación. La inmensa mayoría de la humanidad no nos entiende y no podemos tampoco pedirle que nos entienda; tiene sus propios terrores y no puede, realmente, comprender los nuestros, aun cuando quisiera; mucho menos compartirlos. |