Regina Roman
-Pero que sepas que te odio-murmuró Eva mimosa, acurrucada contra sus brazos. Él le acarició los rizos, enredó un dedo en ellos y sonrió. -Yo también, Brujilda, yo también. |
Regina Roman
-Pero que sepas que te odio-murmuró Eva mimosa, acurrucada contra sus brazos. Él le acarició los rizos, enredó un dedo en ellos y sonrió. -Yo también, Brujilda, yo también. |