Alas de hierro de Rebecca Yarros
Con gusto veré a Aretia arder hasta los malditos cimientos otra vez si eso significa que vives. —No lo dices en serio. —Ama su hogar. Ha hecho todo lo posible para proteger su hogar. —Lo hago. Lo siento si esperas que haga lo noble. Te lo advertí. No soy dulce o suave o amable, y caíste de todos modos. Esto es lo que obtienes, Violet…yo. Lo bueno, lo malo, lo imperdonable. Todo. Soy tuyo —Su brazo rodea la parte baja de mi espalda, manteniéndome firme y cerca—. ¿Quieres saber algo verdadero? ¿Algo real? Te amo. Estoy enamorado de ti. Lo estoy desde la noche en que la nieve cayó sobre tu cabello y me besaste por primera vez. Agradezco que mi vida esté ligada a la tuya porque significa que no tendré que afrontar un día sin ti en ella. Mi corazón sólo late mientras lo hace el tuyo |