La tormenta en un verano infinito de Raquel Attard
Allí, en la sala de espera, entendí que la abuela era mi puerto seguro. Nuestro futuro todavía iba a dar muchas vueltas, pero siempre la tendríamos a ella para que nos sujetara.
|
La tormenta en un verano infinito de Raquel Attard
Allí, en la sala de espera, entendí que la abuela era mi puerto seguro. Nuestro futuro todavía iba a dar muchas vueltas, pero siempre la tendríamos a ella para que nos sujetara.
|