La rama seca del cerezo de Rafael Salmerón
Mientras escucha, Sakura siente como las barreras se resquebrajan. Las que parapetan su corazón, las que la separan de Tetsuo, del resto del mundo. Y cuando eso pasa, no puede más que sorprenderse. Hasta ese momento, nadie, ni tan siquiera su amiga Aiko, había visto lo que ocultaban esos muros. |