Rabindranath Tagore
A pesar de todo, la ley de la humanidad es la ley moral, y la civilización que prospera a costa de excluir a otras e sus beneficios lleva inscrita su propia condena a muerte en sus limitaciones morales. Sin ser consciente de ello, la esclavitud que produce consume su propio amor a la libertad. La indefensión con la que abruma a su universo de víctimas ejerce en todo momento su fuerza gravitatoria sobre el poder que la crea.
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