Cartas de Abelardo y Eloísa de Pierre Abélard
La misma naturaleza se encarga de dispensarnos de todos los alimentos de forma más segura y suave, pues dotó a nuestro sexo de mayor sobriedad. Es ya sabido que las mujeres se pueden sustentar con menos gasto y comida que los hombres y la medicina enseña que no se embriagan tan fácilmente
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