¿Hay alguien ahí? de Peter Orner
La única razón por la que empecé a escribir ficción fue para olvidarme de mí. Dios sabe lo que me cuesta. Pero, parafraseando a Welty, la ficción es el gran arte de miara el mundo a través de la mirada de los otros. Me parece que la demanda de que los escritores hablen de sí mismos fuera de los libros transgrede esta máxima sagrada de Welty. Inventar personajes, personas que no existen, e introducirlas en un mundo de por sí abarrotado e indiferente es un acto de fe, uno de los pocos actos sinceros de fe que me quedan.
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