Un reloj hace tictac en Navidad/Sustancia de locura de Patricia Highsmith
Christopher volvió a su despacho, su habitación preferida y su dormitorio durante los dos últimos años, pues lo prefería al dormitorio de arriba y al cuarto de los huéspedes. Notó que tenía lágrimas en los ojos, pero se dijo a si mismo que eran lágrimas de frustración y rabia.
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