El misterio de la familia Fonseca de Pablo Poveda
—La vida es así. Cuando menos te lo esperas, te da un bofetón —dijo y aplastó el cigarrillo en el cenicero de cristal. Después dio otro sorbo al café y miró a la taza con tristeza—. Pero si llevas ya demasiados, ni siquiera escuchas el sonido.
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