Pena de muerte de Osvaldo Reyes
Y no es que tenga muchas ganas de esforzarme – pensó Graco, arrepintiéndose casi en el acto. Estaba comenzando a creer que este caso no era el indicado para ella. Las víctimas le eran indiferentes. Eso la hacía sentirse terrible, pero no podía evitarlo
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