Que se pare el mundo que me bajo de Olga Salar
Los labios rojos era la marca de la casa. De hecho, pintárselos así la hacia sentirse más confiada y segura de sí misma.
|
Que se pare el mundo que me bajo de Olga Salar
Los labios rojos era la marca de la casa. De hecho, pintárselos así la hacia sentirse más confiada y segura de sí misma.
|