Quiéreme siempre de Núria Gago
Empezaron a tocar y la música se coló por mi cuerpo llenando cada uno de los espacios por los que podía colarse; por primera vez no estaba melancólica, viví aquel momento al cien por cien, fui plenamente feliz durante toda la noche y ese espejismo fue el justo descanso a tantos días de tristeza y de darle vueltas a la cabeza.
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