Chicas de tormentas y De Sombras de Natasha Ngan
No soy un demonio, ni siquiera soy de acero. Pero, al igual que usted, soy mujer, y en este reino serlo constituye una casta aparte. Una que está más abajo incluso que la de papel. (…) aprendí que hay muchas maneras más de quebrar el espíritu de una persona. En especial de una mujer.
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