Enola Holmes y el secreto del abanico de Nancy Springer
Solo me queda esperar a que amannezca. Bajo las estrellas en esta topera, mientras Cecily paciente espera, junto a su lecho rezando, sin saber si le salvarán la vida, y cuando. Pero no temas, querida zurda, pues, una vez más, tu amiga Enola te salvará |