Soy Milena de Praga de Monika Zgustova
En el momento en que dos personas se casan y piensan que lo hacen para ser felices juntas, en ese instante ya han bloqueado el camino hacia la felicidad. Casarse para ser feliz es tan egoísta como casarse por dos millones. Dos personas solo pueden tener una razón para casarse, y es que no pueden vivir el uno sin el otro. Sin todo lo romántico, lo sentimental, lo trágico.
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