Desarticulaciones de Molloy Sylvia
No puedo acostumbrarme a no decir “te acordás” porque intento mantener, en esos pedacitos de pasado compartido, los lazos cómplices que me unen a ella. Y porque para mantener una conversación -para mantener una relación- es necesario hacer memoria juntas o jugar a hacerla, aún cuando ella -es decir, su memoria- ya ha dejado sola a la mía.
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