Almas en el páramo de Miguel de León
... el odio nunca ha tenido sitio en mi vida porque de nada sirve odiar. No nos permite hallar verdad alguna ni andar más rápido el camino. El odio sólo es bruma. Si una mota nos impide ver, frotamos nuestros ojos, limpiamos las gafas, cambiamos el ángulo desde el que miramos, y no echamos la culpa al objeto que miramos.
|