Lágrimas en H Mart: Una historia de amor, pérdida y cocina coreana de Michelle Zauner
Me refiero a restaurantes coreanos en los que te llenan la mesa con tantos «banchan» que te obligan a jugar una interminable partida de Jenga horizontal con doce platillos de anchoas salteadas, pepinos rellenos y todo tipo de encurtidos. Estos establecimientos no tienen nada que ver con el triste local de comida asiática de fusión que hay cerca de tu trabajo, en el que sirven el bibimbap con pimientos morrones y te miran mal si pides otra ración de brotes de soja mustios. Aquí todo es auténtico.
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