Un futuro anterior de Mauro Libertella
"Era como escribir. Ellos a veces me decían que sería prudente terminar con esa relación paralela que amenazaba con romperlo todo, pero tampoco eran demasiado enfáticos en ese consejo. Nadie puede juzgar las pasiones ajenas, así que lo que decían nunca podía ser definitivo. Eran algo así como acompañantes terapéuticos; escuchaban y ocasionalmente decían algo. Estaban ahí. Creo que además entendían que la situación, por más dramática que fuera, era también maravillosa. En toda su complejidad, eran nuestros días dorados." (Págs.37-38).
|