Antes del salto de Marta San Miguel
Quien está ante un caballo, lo recuerda. Porque aunque no sepas diferenciar un hannoveriano de un potro criado para carne, o no hayas tocado nunca unas crines, hay algo en el ritmo de su cuerpo, en su presencia, e incluso en su silencio, que activa nuestra memoria nómada cuando los vemos.
|