Los nombres propios de Marta Jiménez Serrano
No hay nada más triste que un tiovivo parado. Nada quieto tiene sentido alguno. Para seguir centrado hay que moverse. Para moverse hay que cambiar de idea.
|
Los nombres propios de Marta Jiménez Serrano
No hay nada más triste que un tiovivo parado. Nada quieto tiene sentido alguno. Para seguir centrado hay que moverse. Para moverse hay que cambiar de idea.
|