Marta Carnicero
Es increíble hasta qué punto contar tu vida a un desconocido puede servir para ordenar las ideas. Es él quien me ha pedido que ponga por escrito qué veo, qué busco en mis evasiones nocturnas. O quizá no haya sido él, sino yo, quien ha decidido sentarse y transformarlo en palabras, porque escribir, cuando se trata de poner orden, me ayuda aún más que hablar.
|