El único hombre vivo de Mario Gómez Giménez
Vídeo tras vídeo, Eva y Miquel perdieron un poco la noción del tiempo. Parados en el colapso de la autovía. La incredulidad del momento los tenía con la mirada pegada a los móviles y a los portátiles, y poco les importaba estar retenidos en la autovía sin poder avanzar. De hecho, comenzaba a amanecer.
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