Una casa llena de gente de Mariana Sández
No somos más que personajes. Un invento colectivo de nosotros mismos y de otros; un estigma moldeado entre varios, a lo largo de los años. Una colecciín de taras y sambenitos, reales o imaginarios, propios y ajenos, indiscriminadamente mezclados. Una suposición, una fantasía, un entramado de deducciones incomprobables. Y más que ninguna otra cosa, somos compensaciones: cada uno intenta compensar, en sus limitaciones y roles, a sus seres más cercanos.
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