Una cura para el alma de Mariam Orazal
Max tenía razón: ella amaba al hombre, no al duque. A ese ser vulnerable, tierno y ocurrente que se escondía detrás de la fachada de poder, arrogancia y seriedad.
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Una cura para el alma de Mariam Orazal
Max tenía razón: ella amaba al hombre, no al duque. A ese ser vulnerable, tierno y ocurrente que se escondía detrás de la fachada de poder, arrogancia y seriedad.
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