El día que la muerte se convirtió en colibrí de María Fernanda Carvajal Peña
Lo interrumpí, no me interesaban las excusas , ni sus disculpas; nada haría que el tiempo regresara y que aquello nunca sucediera, nada sanaría las heridas o aliviaría mi dolor, mi miedo; el sentirme en una jaula, atrapada, observada, manoseada, invadida, violentada.
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