El texto encuentra un cuerpo de Margo Glantz
De muy joven leí varias novelas que me dejaron una honda huella, tan honda que no he podido volver a leerlas porque me hieren. Ni más ni menos, me hieren: producen en mí el efecto que logró producir Stendhal en algunos de sus personajes de las Crónicas italianas. Se trata de una venganza: el asesino a sueldo le dice a la mujer a punto de ser asesinada, colocándole un puñal muy afilado en el pecho y hundiéndoselo con delicadeza: “;Duele?". El rictus de sufrimiento de su cara es la respuesta más correcta. El condottiero va hundiendo el puñal poco a poco, con deleite, el sufrimiento va creciendo, la violencia es lenta y perpetua y el lugar donde el puñal deja la huella es indeleble.
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