El juego del mal de Marcos Nieto Pallarés
El odio nos distorsiona. Según quién tengamos delante, somos una persona u otra, mostramos una de nuestras caras. Todos tenemos fachadas de sobra para jugar con aptitud al juego de las apariencias.
|
El juego del mal de Marcos Nieto Pallarés
El odio nos distorsiona. Según quién tengamos delante, somos una persona u otra, mostramos una de nuestras caras. Todos tenemos fachadas de sobra para jugar con aptitud al juego de las apariencias.
|