Mirafiori de Manuel Jabois
Habíamos hecho algo aún más doloroso que empezar a desenamorarnos: perder la confianza, no atrevernos a decir según qué por si al otro le molestaba, no atrevernos a hacer según qué chiste por si el otro no lo entendía o, peor, fingía no entenderlo, abriendo una distancia incómoda por desconocida, la más abismal que existe, la de quienes antes eran inseparables.
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