Siempre de Maggie Stiefvater
La loba echó a correr al mismo tiempo que la voz de Cole resonaba en el jardín: —¡Largo de aquí, zumbada! Shelby se perdió en la oscuridad al mismo tiempo que la puerta de atrás se cerraba con un chasquido. —Gracias Cole —dije yo—. Has demostrado mucha sutileza. —Es una de mis grandes virtudes. |