Nohi: Como un barco a la deriva de Lux Aeris
—Sabes que no puedes tirar el lei a la basura, ¿verdad? —comenta su hermana risueña. —No, ¿y eso? ¿Debo quedármelo para siempre? —pregunta sorprendido Adrien. —No, tito, cuando te lo vayas a quitar lo tiras al jardín y que las flores vuelvan a la tierra. Es sencillo —aclara su sobrina dejando a su madre con la palabra en la boca. |