Una ofrenda musical de Luis Sagasti
Muerte estaba escogiendo la mejor arena para su reloj. —Hay un momento en la noche, un lapso muy breve —le dice sin mirarla ni saludarla— donde a nadie llevo conmigo. Es cuando salgo a recoger arena para mi reloj. Cada grano es una estrella. Cuando hayan pasado todos los granos de un lado a otro, cuando hayas visto todas las estrellas que debías mirar, pues ahí estaré contigo. |