Sal de mis sueños de Luis Fernando Trujillo Sanz
No tenía mucha sensibilidad en la mano, pero apreté, aferrandome a la esperanza de que los sueños continuarán. Ya no me importaba qué explicación hubiera, si es que había alguna. No quería renunciar a aquella nueva habilidad que había descubierto, aunque implicará soportar a la niña morena y atravesar situaciones incomprensibles cada vez que me quedara dormido.
|