Obra poética de Luis Carlos López
Tiro a un lado los recuerdos, mientras fumo sobre una mesa acodado. La brisa se lleva el humo. Mas no puedo; y su faz, que no agoniza dentro de mí, con el dedo perfilo entre la ceniza... Porque soy un solitario que anhela olvidarla. Pero sin horario, ¿qué hora indica el minutero? Y al memorar todas esas sus promesas, mientras fumo, sonrío de las promesas... La brisa se lleva el humo. |