Orlando furioso, tomo I de Ludovico Ariosto
Sabe el soberbio que lo adoro y amo, y me desprecia como amante y sierva. Sabe el cruel que por él sufro y muero: para ayudarme espera a verme muerta. Por no oír de mi boca mi tormento, que podría vencer su resistencia, de mí se esconde como el áspid suele para evitar que el canto lo sosiegue. |