Orlando furioso, tomo I de Ludovico Ariosto
No soy yo, no lo soy? El que parezco: Orlando ya está muerto y enterrado; su ingratísina amada lo ha matado, y faltando a su fe, lo ha sometido. Yo soy su errante espíritu, que vaga por este oscuro infierno, atormentado, para dar con su sombra un escarmiento a cuantos en Amor ponen su anhelo. |