Orlando furioso, tomo I de Ludovico Ariosto
Y aunque yo hubiese sido en el pasado cruel e impía como lo son todas, te diré que hasta hoy no ha habido nadie que me inspirase compasión alguna. Sería más feroz que una tigresa con corazón más duro que el diamante, si no hubiesen borrado mi dureza tu beldad, tu valor, tu gentileza. |